sufro como sufre un animal

La Ética de Spinoza

III

Cada noche yo fabrico
los deseos que tendré
al día siguiente negros,
los insomnios
me proveen prácticos
y apasionantes proyectos
para anotar
que se desvanecerán
con la luz.
Es un ejercicio:
no sufro
como si fueran deseos,
ni como si los hubiera
dedicado, cada noche,
no sufro, como suelo
sufrir por el amorde las gentes
y su desaparición,
sufro como sufre un animal
por el hambre y la sed,
como si me doliera
todo el cuerpo
después de practicar demasiado
tiempo
el vuelo de altura.

liliana lukin
en tokonoma, nº 10, 2005, p. 50.

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