El tierno caracol, la dulce espiga,
la música anhelante de la raíz que crece,
el credo melodioso que el viento desvanece,
la secreta semilla que la cápsula abriga;
el embrión del ovario que la vida fustiga,
el limonero puro, la dorada naranja,
el campo cultivado ya en flava o verde franja,
la garganta sagrada y la boca enemiga,
el limonero puro, la dorada naranja,
el campo cultivado ya en flava o verde franja,
la garganta sagrada y la boca enemiga,
únanse a mi embriaguez de este ensueño, a decirlo
hasta al oído agudo e indiscreto del mirlo,
hasta la caminante corriente de los ríos.
hasta al oído agudo e indiscreto del mirlo,
hasta la caminante corriente de los ríos.
Porque, cuando se quiere, no se puede callarlo,
Es un secreto a voces y a voces hay que darlo
hasta a torcidas bocas y murmullos sombríos.
Es un secreto a voces y a voces hay que darlo
hasta a torcidas bocas y murmullos sombríos.
juana de ibarbourou
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