me duelen todas las hembras que no fui
las que se me quedaron dormidas debajo de la ingle
las que no parieron a sus otras hembras cuando debían
las que supusieron que el amor amado era así —y no era así
me duelen las hembras que perdí por el camino
esas hembritas chiquitas que se fueron por el borde de las lágrimas
las otras que bajan —sumisas— con cada endometrio
las pobrecitas tontas que se me caen del pelo
y me duele también mi hembra superiora
la que impulsa el timón donde navega el resto
la que dice y hace y cocina y jode y escribe
pero no sabe qué hacer ni qué decir ni qué escribir
para que vuelva el troglodita que le mordió el fondo del corazón
(13/07/05)
Analía Pinto
No hay comentarios:
Publicar un comentario